En materia de seguridad alimentaria, la Secretaria General ha señalado que las proyecciones demográficas muestran una tendencia al envejecimiento en todo el hemisferio Norte y un acusado rejuvenecimiento en el Sur, ya que un 90 por ciento de las personas que engrosarán el censo de población previsto para el año 2050 nacerán en países en desarrollo.
La población mundial va a ser más joven y urbana que nunca, y ello representa un importante factor de cambio que ofrece grandes oportunidades, por el crecimiento del consumo y la evolución de las dietas de las clases medias.
En ese contexto ha planteado las posibilidades de España que, por su acreditada experiencia agroalimentaria, “puede ofrecer a los países en desarrollo, junto a nuestros productos alimentarios muchos de nuestros conocimientos y colaboración empresarial, componentes que estos países precisan para hacer frente a sus necesidades alimentarias”.
Otro de los desafíos para la industria agroalimentaria planteados ha sido el de la innovación. Tras exponer que “en materia agroindustrial, las nuevas tecnologías anuncian un nuevo modelo industrial flexible, rentable y mucho más adaptado a las necesidades del consumidor”, la Secretaria General ha destacado el papel que el Programa Nacional de Innovación e Investigación del Sector agroalimentario, que elabora el Ministerio y que “pretende ser ante todo un proceso dinamizador, facilitador e integrador de la innovación agroalimentaria de nuestro país”.
El sector agroalimentario español puede hacer frente a los desafíos de este mercado globalizado, y, de hecho, lo está haciendo de manera solvente”. Este buen comportamiento, ha añadido, tiene mucho que ver con la calidad de la materia prima de nuestros productos y la calidad creciente de nuestras elaboraciones.
La demanda de aceite de oliva español ha mantenido una senda de crecimiento sostenido en las últimas décadas, tanto en el mercado nacional como en los mercados internacionales.
Por otra parte, la calidad del aceite español ha experimentado, desde comienzos de la década de los noventa hasta la actualidad, una mejora bastante sensible tanto en su valor medio como en su diversidad, pero el sector no ha obtenido una mejora proporcional en las rentas de diferenciación asociadas. Podemos afirmar que ha tenido lugar desde entonces una dinámica intensa de reconversión tecnológica en el sector oleícola, basada tanto en la incorporación de bienes de capital como en la aplicación de códigos de buenas prácticas en el manejo de las aceitunas y del aceite.
Sin embargo, las empresas almazareras no han visto recompensadas sus rentas, debido en buena medida a las estrategias de liderazgo en precios ejercidas por las grandes firmas de distribución y las principales industrias envasadoras, que provocan fuertes presiones a la baja en los precios de los aceites.
Las empresas oleícolas continúan teniendo, en líneas generales, una escasa propensión a adoptar estrategias de marketing centradas en la calidad y la diferenciación del producto.
Más allá de la importancia del sector español del aceite de oliva y de la necesidad apremiante de mejorar sus esquemas de agregación de valor, existen otros poderosos argumentos que refuerzan la necesidad de impulsar el sistema nacional de I+D+i oleícola:
- El déficit del sector oleícola en materia de innovación organizativa y comercial, lo que requiere incentivar con urgencia acciones de transferencia de tecnología y de difusión del conocimiento a los agricultores y a las empresas.
- La existencia de una sensibilidad social emergente en materia de seguridad alimentaria, salud y medio ambiente.
- Los cambios en la nueva funcionalidad territorial del sector y en su papel en el desarrollo rural.
Líneas de Investigación:
- Líneas de Investigación e Innovación a potenciar en Función de los Principales Problemas y las Potencialidades del Sector.
- Líneas de Investigación dirigidas a la mejora de la calidad e Innovación tecnológica en las almazaras.
- Líneas de Investigación sobre las estrategias de diferenciación, la organización de la calidad y el comportamiento del consumidor.
- Líneas de Investigación sobre nuevos productos con aceite de oliva en su composición.
- Líneas de Investigación sobre la seguridad alimentaria y la detección del fraude.
- Líneas de Investigación destinadas al aprovechamiento de residuos de la cadena oleícola.
- Líneas de Investigación sobre sistemas de certificación con vinculación al territorio denominaciones de origen protegidas y aceite de oliva ecológico.
- Líneas de Investigación sobre olivar, aceite de oliva, medio ambiente y multifuncionalidad.
Por último me gustaría dejaros unas cuestiones para que hagamos una reflexión del sistema actual….
¿Qué opina del sistema de I+D+i en el sector oleícola español? ¿Cuáles son sus principales carencias?
¿Identifica alguna línea de I+D+i en este tema que no hayamos abordado?
¿Cree que la I+D+i española en el sector necesita fomentar la colaboración entre los investigadores mediante la creación de redes tecnológicas? ¿Qué efectos favorables puede tener la actividad de este tipo de redes en la investigación oleícola?
¿Qué otros expertos cree que sería interesante que dieran su opinión sobre estos temas?
Dejen sus opiniones atendiendo a la/s pregunta/s que más les interesen…
Jose Carlos Castillo
Fuente de la noticia: Investigación e innovación en el sector del aceite de oliva en España
Problemas, oportunidades y prioridades de I+D+i
Javier Sanz Cañada Isabel Hervás Fernández Florencio Sánchez Escobar Daniel Coq Huelva